Una buena conexión Wi-Fi en 2025 no se basa en aumentar la potencia, sino en guiar cada dispositivo por el carril adecuado, dimensionar esos carriles por habitación y proporcionar a las llamadas de voz y los juegos la ruta de bajo retraso que se merecen. Piense en su red como el tráfico de la ciudad. Los teléfonos y ordenadores portátiles que se encuentran cerca de un punto de acceso pueden funcionar a 6 GHz; las tabletas de la habitación contigua funcionan a 5 GHz; los sensores de baja velocidad de bits funcionan a 2,4 GHz sin bloquear a nadie. Los anchos de canal por habitación evitan que las autopistas anchas colisionen con los vecinos, y las sencillas reglas de QoS mantienen las videollamadas estables incluso cuando un televisor decide actualizarse. Añada una capa de backhaul cableado donde sea posible y umbrales de itinerancia que animen a los clientes a abandonar antes las señales débiles. El objetivo es una red que parezca invisible: los dispositivos se conectan a la mejor banda sin necesidad de microgestión, las transmisiones se mantienen fluidas en las horas punta y la latencia se mantiene baja durante los pocos momentos en los que realmente es necesario.
Una orientación del cliente que se sienta natural, no forzada

Empiece con reglas suaves que se adapten a su estilo de vida. En habitaciones con un nodo a la vista, prefiera 6 GHz para que los teléfonos y ordenadores portátiles modernos disfruten de velocidad de corto alcance y baja interferencia; a través de uno o dos pasillos, diríjase a 5 GHz para obtener un alcance con mucha capacidad; reserve 2,4 GHz para los dispositivos domésticos inteligentes y los equipos antiguos. Establezca umbrales «fijos» para que los clientes cambien de red en el momento adecuado: fomente el traspaso cuando la señal caiga por debajo de un nivel razonable, en lugar de aferrarse a un nodo lejano. Si su hardware admite el funcionamiento multienlace, permita enlaces de doble banda para tareas intermitentes y, a continuación, vuelva a una sola banda limpia para sesiones largas. Asigne los dispositivos IoT más comunicativos a un SSID independiente para evitar que exploren las bandas premium, y mantenga los nombres y contraseñas de SSID idénticos en todos los nodos para que los dispositivos puedan cambiar de red sin dudar. La prueba de fuego es sencilla: no debería notar ningún cambio, las aplicaciones simplemente se abren rápidamente y siguen respondiendo mientras se desplaza.
Anchos y canales por habitación que se adaptan a las paredes y a los vecinos
El ancho de canal es un bisturí, no un mazo. Utilice 160 MHz solo cuando el cliente se encuentre cerca del punto de acceso y las paredes sean ligeras; en la mayoría de los espacios mixtos, 80 MHz en 6 GHz o 5 GHz proporcionan un alto rendimiento sin afectar a los vecinos. Si su edificio está abarrotado, reduzca algunas habitaciones a 40 MHz en 5 GHz para obtener un aire más limpio y una latencia más predecible, mientras mantiene un carril más amplio en su oficina o sala multimedia. En 2,4 GHz, manténgase en 20 MHz y los canales 1/6/11; los ajustes más amplios solo crean solapamientos y reintentos. Separe el backhaul de los carriles de los clientes: conecte los saltos clave con Ethernet o MoCA para que su malla no consuma tiempo de aire transportando su propio tráfico. Vuelva a realizar un estudio después de mover los muebles o de que lleguen nuevos vecinos, y ajuste solo donde aparezcan los síntomas (fluctuaciones en la oficina, atascos en la cocina), no en todas partes a la vez. Los carriles del tamaño adecuado para cada habitación mantienen el flujo de paquetes sin convertir la planificación de canales en un trabajo a tiempo parcial.
QoS que ayuda a las llamadas y los juegos sin privar al resto

La QoS debe ser quirúrgica: proteja lo que es sensible y deje todo lo demás en paz. Habilite WMM y asigne las aplicaciones en tiempo real a colas de voz/vídeo para que Zoom/Teams y los juegos de consola obtengan un tiempo de transmisión constante. Muchas aplicaciones marcan etiquetas DSCP: respételas en su LAN y, a continuación, limite los flujos voluminosos y tolerantes al retraso, como las copias de seguridad en la nube o las actualizaciones del sistema operativo de la televisión durante las horas punta. Asigna a las consolas y los portátiles de trabajo una ventana de prioridad modesta por la noche y mantén bajo control el bufferbloat de carga con una gestión inteligente de las colas en el router, para que la latencia no se dispare cuando alguien guarde algo en la nube. Limite un poco la velocidad de los dispositivos ruidosos en lugar de hacerlo en exceso; un límite suave evita la saturación y preserva la capacidad de respuesta de las llamadas. Por último, registre solo lo que vaya a utilizar: un breve panel de control con la latencia, la pérdida de paquetes y los principales usuarios por hora es suficiente para detectar los problemas a tiempo. Cuando se ajusta la calidad de servicio, los juegos se sienten ágiles, las voces se mantienen claras y nadie nota que el modelado está haciendo su trabajo silenciosamente.





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